Un rapero lleno de irreverencia

Si aún no has oído hablar de Cazwell, ¡En Caelum Gay te lo presentamos!

Es común encontrar cantantes o intérpretes abiertamente gays en clubes o discos de ambiente, también algunos famosos que han "salido del closet", en escenarios mundiales... Lo que no es muy fácil, es encontrar un cantante abiertamente gay en el mundo undergrown del rap y hip hop estadounidense (al menos que sepamos).

Cazwell nació en Massachusetts, EE.UU., el 27 de junio de 1972. Llega a Nueva York en 1999 sin ningún interés particular por la vida nocturna y las fiestas, según él, iba a las discotecas sólo "para conseguir actuaciones".

Ha logrado convertirse en uno de los mejores raperos y dj's de Nueva York y Estados Unidos, pero lo que más llama la atención de este encantador hombre de ojos azules, es que desde el inicio de su carrera ha sido abiertamente gay.

Las letras de sus canciones son irreverentes y no teme en decir (ni mostrar) al mundo lo que siente o piensa.

Éxitos como el controversial All Over Your Face, además de Watch My Mouth y Tonight, entre otros, y sus duetos con la diva trans Amanda Lepore y demás artistas, han llevado a Cazwell a ser reconocido en toda Norteamérica y el mundo.

Aquí puedes mirar uno de mis videos favoritos de este cantautor: I Seen Beyonce con Jonny Makeup...

Pero sin duda, el video de Cazwell que se lleva el sitial de honor es, precisamente, su más reciente: Ice Cream Truck. En el clip se pueden apreciar varios bailarines bien sexys (entre ellos el novio del rapero, quien tiene tatuado en su pectoral izquierdo "Cazwell") semidesnudos, con movimientos muy excitantes y lamiendo unos fálicos helados. Sin más preámbulos, disfruta del video Ice Cream Truck...

Falta ver qué más nos traerá este irreverente artista que cosecha cada vez más éxitos (y seguidores) y que además se siente 100% orgulloso de ser como es.

Tiziano... ¡Ti voglio bene!

Tal como lo hiciera Ricky Martin hace algunos meses, otro cantante famoso confiesa al mundo su condición sexual.

Esta vez se trata del carismático cantautor italiano, Tiziano Ferro. Si me lo preguntan, la verdad, no me lo hubiese imaginado. Incluso antes pensaba "me encanta, pero no sólo está la barrera de la distancia y de que él es famoso, lo que lo hace casi inalcanzable; sino además debe estar enamorado de alguna muchacha que lo trae de cabeza y lo hace escribir canciones tan bonitas". ¡Qué cómico! No era una muchacha, era un muchacho.

Este hombre de 30 años, proveniente de Latina, Roma, ha cosechado muchísimos éxitos a lo largo de su carrera, pero aún así, se sentía incompleto.

Acerca de Tiziano, el diario italiano Corriere Della Sera, publicó el 6 de octubre de este año lo siguiente: "Más que una confesión es una liberación. (...) Y llamarlo salir del armario es hasta reductivo".

Tiziano Ferro comenzó su análisis interno a partir de los 15 años, cuando inició con la escritura de un diario que ahora se ha convertido en un libro. Además, dos años de terapia lo ayudaron a conocer quién era en realidad.

Desde hace mucho tiempo, el intérprete de "Tardes Negras" pensó incluso en abandonar la música, debido a que se sentía perseguido y molestado por preguntas acerca de sus "preferencias". Ha reflexionado sobre la situación de la comunidad GLBT en su país y dice que aún representa controversias, y la Iglesia no ayuda.

Pero no fue sólo su orientación sexual lo que puso a Tiziano en un estado de desesperación, también ha afrontado un mal alimenticio: la bulimia. Sobre este trastorno escribió una canción ("Mai Nata") y años después puso nombre a un álbum con el número que aparecía en la báscula cuando se pesaba de adolescente ("111").

Pero estos no serán más que malos recuerdos. De ahora en adelante Tiziano se siente feliz de no tener que fingir más y afirma que sus objetivos ahora son dos: "decir a quien sufre que no tenga miedo, que busque con calma las respuestas en el pasado y sobre todo que ame a quién quiera".

Desde Caelum Gay felicitamos a Tiziano Ferro por su gallardía y le deseamos aún más éxitos de los que ya ha cosechado.

Osos... ¡Grrr...!

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