La mayoría de las personas que realizan algún deporte o entrenan en el gimnasio tienen suficiente fuerza y volumen en los músculos abdominales, el problema está en que permanecen ocultos bajo una capa de grasa, por lo que lucir los "cuadritos" del abdomen requiere otras acciones.
La alimentación es fundamental para mantener un nivel óptimo de grasa corporal, es muy cierto eso de que "somos lo que comemos".
Error común en las dietas
En primer lugar, debes tener en cuenta que no porque dejes de comer tendrás poca grasa acumulada en tu cuerpo... ¡Error! El cuerpo humano está diseñado para reservar energía en tiempos de escasez, y esta reserva consiste en disminuir el consumo energético y guardar parte de la energía que no consume en forma de grasa; lo que implica que si comes poco o dejas de comer, tu cuerpo empezará a reservar grasa debido a la poca ingesta de energía.
Este sistema natural de supervivencia funciona en todas las personas. Por supuesto, si la carencia de alimentos es sostenida en el tiempo, entonces el cuerpo humano usa las reservas consumiendo primero las fuentes más rápidas de energía, es decir, el tejido muscular, para luego quemar las grasas acumuladas.
En este punto la persona estará desnutrida o con carencias importantes que afectan el normal funcionamiento de los órganos y sistemas, siendo proclive a enfermedades y grandes deterioros físicos.
Entonces, ¿qué debo hacer?
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| Una alimentación apropiada constituye la base de un abdomen plano |
Una alimentación apropiada complementada con el ejercicio constituyen los pilares para obtener un abdomen fuerte con músculos definidos y marcados, el anhelado abdomen que muchos desean lucir en las playas.
No es necesario "matarse de hambre", al contrario, se debe comer suficiente y con frecuencia para permitir al cuerpo quemar la grasa acumulada. Parece una contradicción pero no lo es, el éxito se logra según cómo estructuremos la alimentación.
Al controlar lo que comemos buscamos acelerar el metabolismo para usar más energía que la ingerida, hacer de 5 a 7 comidas al día es una forma de lograrlo. Sin malinterpretar esta afirmación, tales comidas deben ser raciones pequeñas y en conjunto aportarán los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo.
Combinar un régimen alimenticio de 5 a 7 raciones diarias puede ser realmente difícil cuando se está en la oficina o en el sitio de trabajo, por no mencionar a quienes viajan con frecuencia o están bajo condiciones laborales intensas. Sin entrar en los detalles de cómo cada quien puede lograrlo, caen muy bien algunas sugerencias al respecto.
El desayuno es la primera comida luego de varias horas sin proveer de alimento al cuerpo, es fundamental hacer esta comida todos los días, debe ser nutritiva aportando energía suficiente ante la nueva jornada. Incluye en tu desayuno proteínas de alta calidad como huevos o atún, acompañadas de carbohidratos que puedes obtener de dos rebanas de pan integral (que además provee fibra) junto con un poco de mermelada de frutas y jugo natural de frutas sin azúcar. Intenta hacer combinaciones que incluyan avena en hojuelas, es un alimento muy completo que deberías tener en tu dieta diaria.
El almuerzo bajo en grasa y poca sal, puede ser pollo a la plancha con ensaladas verdes y algo de arroz hervido. No tienes que comer siempre lo mismo, busca combinaciones que aporten nutrientes y pocas calorías, como una pieza de carne magra a la plancha con papas al vapor y ensalada de lechuga y tomate; también sirve un plato de lentejas, pavo o pescado al horno para obtener proteínas. Evita las harinas, dulces y pastelería en general.
En la cena nuevamente incluye algo de proteínas y muy pocos carbohidratos, esta es la última comida del día. Una ensalada de atún y vegetales verdes, quizás una papa al vapor; también legumbres con algo de carne, las combinaciones dependerán de tus gustos.
Las otras comidas (para completar las 5-7 diarias sugeridas) las puedes realizar de diversas formas. A media mañana una fruta (manzana, pera, durazno, cambur, etc.) o una barra de proteínas; a media tarde un batido de proteínas en agua; antes de entrenar, un puñado de frutos secos; luego de entrenar, otro batido de proteínas con un cambur. Busca la alternativa más práctica que puedas compaginar con tus gustos y actividades.
La idea es alimentarse bien corrigiendo los hábitos para hacer de la dieta algo saludable y agradable, si no te gusta la avena, no te obligues a tomarla, pero tampoco la sustituyas por una torta de queso; si no te agradan las legumbres o las lentejas, prueba tomar cremas de estos vegetales, pero no los sustituyas por una pizza con doble queso y salchichón.
Si no tienes tiempo para almorzar, aunque deberías tenerlo, no pasa nada siempre y cuando no sea la condición diaria. Lo más importante en todo momento debes ser tú. Cuídate, aliméntate bien, toma suficiente agua durante el día y entrena de manera correcta.
Con estos consejos que Caelum Gay trae para ti, podrás lucir un abdomen envidiado por muchos y deseado por todos...
Fuente: Punto Fape
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